martes, 14 de junio de 2011

EL GADITANO QUE DERROTÓ A LEE


George Gordon Meade nació en Cádiz (España), de padres estadounidenses, el 31 de Diciembre de 1815.

Su padre, Richard, residía en la ciudad dedicado al comercio marítimo, amén de ejercer como agente del Departamento de Marina de los Estados Unidos. Fue un firme defensor de la causa española frente a Napoleón, llegando a contribuir en el sostén de la misma con su propio peculio, hecho que acabaría contribuyendo a la crisis de sus finanzas.
Fallecido el padre en 1828, el resto de la familia regresó a los Estados Unidos estableciéndose en Filadelfia, capital del estado de Pennsylvania, que se convertiría en la patria chica adoptiva del muchacho y a la que dedicaría sus futuras lealtades. Su primera juventud transcurriría en la Ciudad del Amor Fraterno aunque con frecuentes traslados a Washington y Baltimore.
A pesar de no sentir una especial inclinación por la vida militar, George ingresó en la Academia de West Point en 1831. No era un caso extraño pues muchos jóvenes aspiraban a estudiar en dicha institución solamente por obtener el título de ingeniero, base del currículo de la Academia, muy útil en la vida civil habida cuenta de desarrollo industrial de la nación. Bien pronto destacaría George en Matemáticas y Topografía, graduándose en el puesto número diecinueve de la promoción de 1835. Un año después entraba en combate como teniente de artillería durante la Primera Guerra Semínola en Florida.
Tras enfermar durante la campaña, y desilusionado con la vida militar, renunció a su comisión poco después para dedicarse a la ingeniería civil por cuenta de varias compañías ferroviarias. Tras contraer matrimonio en 1840, reingresó en el Ejército dos años después, esta vez en el Cuerpo de Ingenieros. Su reincorporación le permitió participar en la guerra contra México de 1848-49. Precisamente durante ese conflicto hizo amistad con un oficial virginiano llamado Robert E. Lee.
Después de la guerra, y ascendido a capitán, Meade pasó los siguientes doce años dedicado al diseño y construcción de faros, espigones y obra defensiva en general en la Costa Este de los Estados Unidos, excepto el paréntesis que supuso su participación en la Tercera Guerra Semínola.
Al estallar, en 1861, la guerra entre el Norte y el Sur Meade ofreció sus servicios al estado de Pennsylvania. Pese a que su empleo era de capitán, pero dada la necesidad de jefes y de la prerrogativa de los gobernadores estatales de otorgar nombramientos, fue nombrado brigadier general de voluntarios.
No obstante, y dada su pericia como ingeniero, no fue enviado directamente al combate sino a supervisar las fortificaciones en torno a la capital federal, Washington. Fue en este escenario donde se endilgó el apodo que le acompañaría toda su vida The Old Snapping Turtle (La Vieja Tortuga Saltarina). Al año siguiente, 1862, su brigada de Pennsylvania fue adscrita al Ejército Federal del Potomac a tiempo de participar en la Campaña de la Península, en Virginia. Herido en la batalla de Glendale (30 de Junio) por dos impactos de bala no consintió en abandonar su puesto hasta que se desvaneció por la pérdida de sangre. Una vez recuperado pudo participar en batallas tan significativas como la Segunda Bull Run, Antietam y Fredericksburg (cuyo comportamiento le valió el ascenso a mayor general de voluntarios).
Poco después de Fredericksburg (Diciembre de 1862) recibió el mando del V Cuerpo del Ejército del Potomac a tiempo de participar en la batalla de Chancellorsville (Mayo de 1863). Pero su gran momento estaba por llegar. El 28 de Junio de 1863 un Lincoln agobiado por la falta de victorias le otorgó el mado del Ejército del Potomac. Meade aceptó con reservas. Era el quinto general que ocupaba ese puesto en diez meses.
Tres días después,el 1 de Julio, avanzadillas del Ejército del Potomac y del Ejército Confederado de Virgina del Norte se enfrentaban en una pequeña población de Pennsylvania llamada Gettysburg. Meade, que tenía enfrente a su viejo amigo de los tiempos de México Robert E. Lee, no se hacía ilusiones pues sabía que el virginiano era el mejor táctico de los dos. No obstante su mentalidad de ingeniero le impulsó a ordenar que sus tropas tomaran posiciones y esperaran el asalto rebelde.


Durante tres sangrientas jornadas los confederados trataron de quebrar las líneas federales y allí donde Lee cometió su error más clamoroso (la carga de Pickett) triunfó Meade aguantando un asalto tras otro y forzando a su rival a retirarse de vuelta a Virginia. Su posterior cautela al no perseguir al ejército enemigo y aplastarlo definitivamente le valieron ácidas críticas en Washington aunque Lincoln le mantuvo en su puesto.
Promovido sucesivamente a brigadier general y a mayor general de tropas regulares pasó a un segundo plano una vez que Ulysses Grant, nombrado por Lincoln Comandante en Jefe del Ejército Federal, se hiciera con el mando efectivo del Ejército del Potomac. El 9 de Abril de 1865, pese a encontrarse postrado por la fiebre, se dirigió personalmente a sus hombres para comunicarles la noticia de la rendición de Lee.
Tras la guerra, Meade permaneció en el Ejército sirviendo primero como Comandante de la División del Atlántico y, posteriormente, como Jefe del Departamento del Este durante el periodo de ocupación de los estados rebeldes. Una reactivación de sus heridas de guerra mas una neumonía tuvieron como desenlace su fallecimiento el 7 de Noviembre de 1872 en Filadelfia. Sus restos reposan en el cementerio de Laurel Hill de la capital de Pennsylvania.

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